SANTO DOMINGO NORTE, RD.- El
Hospital Traumatológico Ney Arias Lora informó que el fin de semana fueron asistidos
667 pacientes que acudieron a la emergencia del centro de salud, de los cuales
ocho murieron.
El viernes 13 de
febrero fueron asistidos 162 de urgencias, tres de emergencias, se hicieron 11
hospitalizaciones y una persona murió.
Diego Valentín de
Jesús, de 24 años de edad murió en la emergencia al recibir un impacto de
proyectil de arma de fuego en el tórax.
Mientras que el sábado
en la emergencia se recibió a 226 pacientes, 218 de urgencias, siete de
emergencia, se hicieron 21 hospitalizaciones, seis fallecieron.
Los datos de la
gerencia de emergencia indican que en el centro fueron recibidos muertos
Milciades Herrera de Oleo, de 45 años de edad, quien presentaba herida de arma
de fuego fontoparietal, Waldin de Jesùs Marmolejos, de 18 años con
politraumatismo cráneo encefálico severo
y Jony Suriel, de 32 años de edad, por politraumatismo severo.
Además murieron Luis
Calderón, de 19 años de edad, al sufrir
trauma craneoencefálico severo, Rignaldo Cadet, de 36 años, trauma
Craneoencefálico severo, Dulce María Parales, de 69 años, al sufrir Schock
cardiogénico, Fausto Obrio, de 18 años por trauma craneoencefálico severo y
Euclides Alcántara, de 23 años de edad, también por diagnóstico similar.
Asimismo, el domingo
fueron atendidos 282 pacientes, de los cuales 276 fueron de urgencias, seis
emergencias, se hicieron 31 hospitalizaciones, 24 fueron dejados en la
emergencia y uno falleció.
Máxima Polanco, de 81
años de edad, murió al recibir traumas diversos, en un accidente de tránsito.
Los accidentes de
tránsito son responsables de la mayor cantidad de muertos en el país,
especialmente jóvenes en edad productiva.
La doctora Ysabel
Santana, directora general del Hospital Traumatológico Ney Arias Lora, llamó a
los ciudadanos y ciudadanas a ser prudentes, evitar el consumo de alcohol
mientras conducen vehículo de motor, así como exhortó a los motoristas a usar
el casco protector.
Aseguró que por un
accidente de tránsito el Estado tiene que disponer de cuantiosos recursos para
la asistencia médica, mientras que las familias salen afectadas con el gasto de
dinero para la rehabilitación del accidentado.
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