
Vivir en la resignación de pensar que tu vida no va mal, que podría ir peor, que tal vez vivir es eso, que quizás más adelante… No, así no. Lo mismo que el que sale a buscar trabajo llama a puertas hasta que le abren, el que quiere ser más feliz también tiene que moverse y llamar a puertas. Pero son puertas interiores, porque solo dependen de uno mismo.